Existen lugares naturales en el mundo con una belleza extraordinaria que a veces parece que salieron de una película de ciencia ficción y Las Coloradas es uno de ellos. Esta laguna de un rosa imponente ha sido protagonista de un sinnúmero de reportajes, escenario de video musicales y un punto en la lista de lugares imperdibles de la costa yucateca.
Las coloradas se encuentran dentro de una zona privada, propiedad de la Salinera de Yucatán, el acceso es permitido, pero debes tener en cuenta que no son aguas aptas para el nado, en primer lugar, porque afectaríamos la producción de sal al contaminar el agua y en segundo lugar por la alta concentración de minerales y la temperatura del agua.
Las pozas de la región salinera abarcan varios kilómetros de largo y por lo general son de baja profundidad. Su color rosa se debe a la combinación de varios factores: la alta concentración de sal en el agua, la proliferación de microorganismos llamados halobacterias y la luz solar. El tono puede variar del rosa pálido al intenso, casi rojizo.
Aquí se produce sal en grandes cantidades y una de las etapas del proceso es que el agua cambie a color rosa. Hay zonas en las que se verá un poco más naranja y es ahí donde se pueden ver flamingos durante los meses de mayo y abril. Cuando apenas está comenzando el proceso el agua se ve de color normal.
Para quienes partan desde Mérida y lo vayan a hacer en automóvil hay dos vías. La primera es tomar la carretera Mérida-Motul y conducir hasta el municipio de Tizimín. Una vez en este último es una sola vía que conduce hacia Río Lagartos, otro puerto que podrás visitar junto con San Felipe y Las Coloradas. Llegarás a una intersección con un letrero para dirigirte hacia tu destino. De la intersección hasta la laguna rosa son aproximadamente 30 minutos.
Otra de las opciones desde Mérida es dirigirte a Valladolid, mismo punto de partida si sales de Cancún. Una vez llegando a este pueblo mágico, toma la salida que te dirige hacia Tizimín y una vez allá, sigue las indicaciones hacia Río Lagartos.
Te recomendamos disfrutar el camino hacia Las Coloradas, pues sus dunas de arena le dan un toque único en todo el camino. Además, no puedes perderte de las montañas de sal y su imponente color blanco que de seguro desearás fotografiar.